A continuación, exponemos las patologías más comunes que se pueden dar en una fachada así como el procedimiento y el producto idóneos para solucionarlas.

Encontrarás limpiadores, morteros o revestimientos, entre otros productos para que la pintura que luego apliques se agarre fuertemente a tu fachada. Entra y conoce todos los productos que necesitas antes de pintar tu fachada al mejor precio posible, en tu tienda on line de pinturas y accesorios.


Suciedad orgánica

Uno de los principales problemas que tienen lugar en las fachadas, debido al paso del tiempo, es la presencia de suciedad orgánica e inorgánica. Dos ejemplos de la primera patología son el moho y el verdín mientras que del segundo, el polvo o el hollín. En este caso, la solución que proponemos es aplicar detergentes de Emucril en las zonas afectadas de la fachada. Pasadas 24 horas, lo único que hay que hacer es rascar y limpiar con agua a presión.



Grietas y fisuras

Ante la presencia de grietas y fisuras en la fachada de un edificio también te proponemos soluciones de garantía. Y es que Emucril nos ofrece una completa gama de masillas de fibra para exteriores además de morteros de reparación que son capaces de solventar este problema común.



Microfisuras

Una microfisura no va más allá de 0,5 milímetros, pero puede plantear complicaciones en una fachada si no se detiene a tiempo. Lo recomendable, ante esta patología, es aplicar fijadores para mejorar la adherencia de la pintura. Posteriormente, se esparce en la misma pared revestimiento elástico para consolidarla.



Desprendimiento

Los desprendimientos se producen cuando, por alguna causa, se pierde adherencia en una parte de la fachada. Ante una situación, lo primero que se ha de hacer es eliminar la suciedad y los restos de otras capas de pinturas anteriores con una espátula o una máquina hidrolimpiadora. Sin duda, ésta última ahorra tiempo y esfuerzo logrando resultados excelentes.



Presencia de sal

La aparición de manchas de sal se produce debido a los minerales que se encuentran en la mezcla de concreto (cemento, agua y agregados) y que salen hasta la superficie ante determinadas condiciones ambientales. Para eliminar estas desagradables manchas debemos limpiar la superficie. El objetivo es remover los cristales y quemar las sales. Posteriormente, usaremos fijadores y revestimientos siliconados.


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